Aquí en Bolivia y no por culpa de los bolivianos, suceden hechos que parecen, unas veces fantásticos y admirables y otras, absurdos y vergonzosos. Un acontecimiento que nos avergonzó e indignó profundamente, fue el contrato suscrito, hace cinco años, con una empresa preponderantemente extranjera, llamada Aguas del Tunari. Ofensa ante la que se levantó la mayor parte de la población cochabambina, fue una de las pocas acciones que contó con la participación de todos los sectores de la población.
El levantamiento que después fue denominado por los activistas, que no faltan en estas insurrecciones populares, como
La responsabilidad de la ilegalidad de los contratos, en cualquier lugar del mundo, corresponde a todos los suscriptores. Los extranjeros cuando logran que los gobiernos nacionales violan
fuente.http://www.aguabolivia.org/hemeroteca/2006ENERO/09-15/indice.html
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